viernes, 14 de septiembre de 2018

Los trabajos de Donald Trump

Rodrigo Rato
14 de septiembre de 2018


La política mundial no ha conocido desde la Segunda Guerra Mundial a nadie con tanta capacidad de conflicto , doméstico o internacional, como Donald Trump actual Presidente de Estados Unidos, con la posible excepción de Mao Tse Tung. Baste con recordar que en el verano de 2015 inauguró su candidatura a la presidencia con varios meses de peleas con Fox News. Su presidencia , camino de empezar sólo su tercer año, ha reabierto de manera abrupta todas la relaciones comerciales  como geopolíticas de EEUU, su posición respecto a la mayor parte de las organizaciones multilaterales ( Onu, OTAN, OmC, ...........) lo que ha supuesto un replanteamiento del papel de norteamérica en todas las regiones del mundo.

Ante semejante cambio muchas voces esperan que este sea circunstancial, limitado a un solo mandato, un accidente. Sin embargo Trump no está aislado ni dentro ni fuera de su país. De hecho su dominio del partido republicano es ya total, las sucesivas recomposiciones de su gobierno han eliminado a aquellos que no compartían sus ideas ni sus métodos conflictivos, sus votantes de hace dos dos años le respaldan hoy en amplia mayoría ( más del 80%). 

Pero es que además los nuevos partidos nacionalistas , unilateralistas, que surgen en Europa pero también en America, coinciden en su posiciones contrarias al libre comercio, desconfianza sino rechazo de inmigrantes e incluso minorías, animadversión a las élites. Posiciones casi todas ellas contrarias al tronco central del pensamiento liberal occidental de los últimos ocho decenios.

¿Como ha podido pasarnos esto? Que el país mas importante del mundo destruya su legado de libertad económica y multilateralismo, se pregunta la opinión pública mundial. Muchas opiniones lo achacan a las consecuencias económicas y sociales de la crisis financiera del 2007/08. Pero esta misma semana hemos conocido que la renta media de los norteamericanos supera los 61.000 dólares per capita,  aunque las desigualdades no han hecho más que crecer: el 10% de los ciudadanos contra el 80% de la riqueza financiera, niveles que superan los de los de 1930.

Existe la posibilidad de que Donald Trump sea solo un accidente histórico si es removido de la presidencia por el próximo Congreso de EEUU. Las investigaciones del fiscal especial Robert Muller sobre las elecciones de 2016, pero cada vez más sobre sus actividades empresariales, han producido ya varios procesamientos e incluso condenas. Desde luego la remoción de Trump no supondrá la desaparición de sus votantes, ni por lo tanto de muchas de sus políticas. Dependerá sobre todo del control que tenga los demócratas , sus adversarios domésticos, sobre la Cámara de Representantes. De ponerse en marcha produciría  primero una paralización política del país, pero después una polarización máxima de su vida política.

Estados Unidos es hoy el país que económicamente va mejor en el mundo, con una expansión ya en récords de duración, de niveles de desempleo, de niveles bursátiles, cuando otras zonas del mundo( Europa, China,  los países emergentes) están en distintas fases de desaceleración, incluso en crisis. Nadie puede pensar que la inestabilidad política del principal país del mundo sea beneficiosa, pero aún menos en estos momentos.

No solo económicamente,  sino también en términos geopolíticos  el endurecimiento de  los regímenes en China y Rusia hace muy necesaria para Europa una coincidencia con EEUU, aliado  imprescindible no solo en aspectos militares tradicionales pero todavía más en los desafíos de las nuevas tecnologías. Imprescindible e intratable esta nueva “ American Bicth“ ( bruja americana ) define la situación mundial actual . No es imposible que hasta Donald Trump evolucione, como estamos viendo en el tratado de libre comercio de América del Norte (Nafta), guerra comercial con la UE, relaciones con Hispanoamérica. 

La sociedad norteamericana es muy potente frente a su gobierno, hay que reconocer que más que otras. También la temida potencia del nuevo nacionalismo en Europa e Hispanoamérica está siendo limitada. Pero los cambios de muchas de las políticas de Trump están aquí para quedarse. ? Es este un cambio tan importante como el  de la caída de la Unión Soviética?  El tiempo nos dirá cómo siempre, pero Occidente no será ya igual.

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